Colaboradores y Escuelas

“¡Música! qué bonito… ¿y qué más?”

Escrito por Musicaeduca. Publicado en Colaboradores

 

- ¿Y qué estás estudiando?

- Música

- Ay, qué bonito… ¿y qué más?

Seguro que muchos músicos habéis vivido alguna vez una situación igual o semejante a ésta… por no hablar del disgusto que dimos a nuestros padres cuando les confesamos que sólo queríamos estudiar música.

partitura 670

Yo “tuve la suerte” de suspender las pruebas de acceso al grado superior de piano y que a consecuencia de ello y para no perder un año, me metiera a estudiar Historia del Arte en la Universidad. Y seguro que muchos pensaréis: “pues ni que Historia del Arte tenga mucho más futuro que la música”, pero ésa no es la cuestión; la clave la encontráis si seguís leyendo: “en la Universidad”. Claro, es que no sólo se trataba del futuro que pudiera tener o no la Música (cosa que por cierto, en estos tiempos de crisis empieza a dar un poco igual si estudias Música o Arquitectura…), sino que a nuestros padres les estábamos diciendo de entrada que ¡no íbamos a ir a la Universidad! Por eso “tuve suerte”: al menos puedo decir que soy universitaria (uf, menos mal… :P ).

Pero lo que resulta más paradójico es que durante mis estudios elementales y profesionales parecía que todos íbamos a ser los futuros Sokolovs o Argerichs, pues teníamos que dedicar
muchas horas a nuestro instrumento, tocar genial y ganar concursos. Por tanto, mientras uno
estaba compaginando sus estudios en el colegio con los del conservatorio (con todo lo que ello
conllevaba: perderse cumples, tener “dobles deberes”, etc.) aprendía que la música era algo muy importante y que el sacrificio valía la pena. Gran lección, sin duda, salvo que a la hora de terminar el colegio y elegir una carrera, de repente dejaba de ser algo tan importante, no tenía futuro y ni siquiera era una carrera… ¿Qué lío no?

Yo sé que no es fácil para los padres saber hasta qué punto exigir a sus hijos que estudien música, porque todos hablamos de que “le tiene que gustar”, pero está claro que por mucho que nos guste, muchas veces es un rollo tener que echarle tantas horas (y más si somos unos críos). Y como el estudio de un instrumento no está en las enseñanzas regladas (y al paso que vamos, tampoco estará la Música como asignatura teórica en los colegios), entiendo que un padre o madre exija más a su hijo en matemáticas o lengua, las cuales tiene que aprobar para pasar de curso en el colegio, que en la música que estudia en una academia/escuela donde ellos mismos le han apuntado. Eso sí, si no le gustan las matemáticas, jamás hará una carrera que las requiera, y por tanto: ¿para qué exigirle que las aprenda? Aquí todos estamos de acuerdo (creo): porque son necesarias.

La lengua, las mates, el inglés… son asignaturas tan “prácticas” que nadie pone en duda su utilidad, y aunque veamos alumnos completamente negados para alguna de ellas, todos somos conscientes de que aunque sea con lo mínimo, aunque sea a base de cincos… hay que sacarlas adelante (¿están en la enseñanza reglada? pues no se hable más).

Pero ya lo de la música y las artes en general… ufff, ¿práctico? … ¿útil? … ¿necesario? … Y encima ¿tengo que gastarme un dinero en comprar a mi hijo un instrumento (que no es poco) sin saber si luego se dedicará a ello?

No voy a hablar de todas las ventajas que tiene estudiar música, porque ya se han escrito muchas cosas sobre ello y creo que en el fondo la opinión general (que no la de los políticos) suele coincidir en que efectivamente, la música es útil y necesaria. Pero sí me gustaría lanzar una reflexión a todos esos padres y madres y a los propios estudiantes de música que tengan o hayan tenido esas “dudas existenciales” de las que he hablado:

He mencionado con una cierta ironía los temas de la universidad y las enseñanzas regladas porque creo que una de las cosas que nos hacen clasificar las materias como útiles o inútiles es precisamente el hecho de que estén o no en las enseñanzas regladas, y si lo están, con qué consideración tanto académica como social. La “titulitis” nos acaba influyendo a todos, y nos agobia eso de no ser universitarios o tener una carrera sin futuro y cosas así.

Pero si la mayoría estamos de acuerdo en que la música es algo beneficioso, confiemos en ello y no nos agobiemos entonces pensando si nuestros hijos se van a dedicar o no a la música (jeje, cuando tenga hijos prometo volver a este post y veremos… ;) ). El que realmente tiene vocación acaba encontrando su lugar y todos sabemos que hay muchos músicos que viven de esta profesión (igual no todos tienen un casoplón en Miami pero pueden vivir y sobre todo ser felices). Y el que acabe dejándolo o simplemente le quede como hobby, no ha podido recibir mejor regalo que poder tocar un instrumento cuando le dé la gana (creedme… como en toda profesión, a veces uno puede acabar muy cansado de su instrumento).

Por tanto –sin abandonar la lucha para que se nos reconozca como enseñanza universitaria, para que no quiten la asignatura de los colegios, etc.– aprovechémonos de momento de esa libertad que supone estudiar algo que sabemos que nos va a beneficiar, pero que no tenemos la obligación de hacer. Al final cada uno irá encontrando su camino, como en todo…

Y por último, aunque esta reflexión la he querido enfocar hacia padres y alumnos, creo que en el fondo somos los docentes, conservatorios y centros de enseñanza de la Música los que deberíamos aplicarnos el cuento. Porque si realmente queremos que nuestros alumnos se beneficien de todas esas ventajas de las que hablamos, independientemente de que se vayan a dedicar profesionalmente a la Música o no, debemos entonces abrir mucho más nuestro ámbito y proporcionar a nuestros alumnos más alternativas que la de ser concertistas. Sé que esto está cambiando y ya en algunos conservatorios profesionales empiezan a aparecer diferentes líneas en los planes de estudio (Composición, Jazz, etc.), pero aún hay mucho por hacer, así que… ¡a seguir!

 

Ana Barrilero 
Directora de la Orquesta Musicaeduca - Juventudes Musicales
http://anabarrilero.wordpress.com/

Pregunta¿Y vosotros? ¿Habéis tenido alguna experiencia parecida a la que puse en el inicio de este post? ¿Os han pasado por la cabeza esas dudas u otras parecidas? ¿Estáis en desacuerdo o añadiríais algo en lo que he comentado? Me gustaría conocer vuestras opiniones ;)

PD. Buscando artículos sobre la Música en la Universidad, me encontré con la llamada “Universidad Libre de Música”… ¿soy yo o el nombre parece que quiere decir que no existe ningún tipo de música en esa universidad? :P

 

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